Alicia conversa con el gato Chesire, quien asegura estar loco.
-¿Cómo que estás loco?- preguntó Alicia.
Para empezar -contestó el gato- los perros no están locos, ¿estás de acuerdo?
Supongo que sí -dijo Alicia
Bueno pues, entonces -continuó el gato- observarás que los perros gruñen cuando algo no les gusta y mueven la cola cuando están contentos. En cambio yo gruño cuando estoy contento y muevo la cola cuando me enojo, por lo tanto, estoy loco.
jueves, 12 de marzo de 2009
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