Y estoy sola, en el patio siliencioso, buscando una ilusión cándida y vieja:
Alguna sombra sobre el blanco muro, algún recuerdo, en el pretil de piedra de la fuente dormida o, en el aire, algún vagar de túnica ligera.
Que tú me viste hundir mis manos puras en el agua serena, apra alcanzar los frutos encantados que hoy en el fondo de la fuente sueñan...
Sí, te conozco tarde y clara, casi de primavera.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario